El criterio fundamental para llevar a cabo la reestructuración de la Atención Primaria ha sido el de mantener la intensidad y la periodicidad de los consultas en los centros de salud y en los consultorios locales en los que se prestan. El objetivo es acercarse a los cupos óptimos de tarjetas por médico, teniendo en cuenta las diferencias entre el medio rural y el urbano.
3 de febrero de 2014
Castilla y León |
Consejería de Sanidad
La Consejería de Sanidad se ha comprometido hoy con las organizaciones sindicales a mantener la frecuencia y la calidad de la asistencia de las consultas de Atención Primaria en los centros y consultorios situados en las zonas rurales. Tras la restructuración no va a suprimirse ningún servicio en el mundo rural, se mantendrán los mismos tiempos de consulta en todos los consultorios locales. Durante la mesa sectorial celebrada hoy se ha informado del traslado de 73 médicos y 45 enfermeras a zonas urbanas y periurbanas, pero también a algunas rurales, con el objetivo de equilibrar las cargas asistenciales de los profesionales sanitarios y acercarse así a los cupos óptimos de tarjetas por médico.
El mapa sanitario prácticamente no se ha modificado en los últimos 25 años, y en este periodo de tiempo han cambiado las condiciones demográficas, económicas, y tecnológicas. En esta situación, Castilla y León, pese a que cuenta con los mayores recursos humanos e infraestructuras, presenta desequilibrios territoriales en su distribución. Así pueden encontrarse casos extremos como, por ejemplo, un médico rural en Soria que cuenta con 54 tarjetas asignadas y un médico de Salamanca con 2.185 tarjetas: esto supone dos o tres consultas al día en el primer caso y más de 50 en el segundo. Esta situación se produce en todas las áreas de salud de la Comunidad.
Por ello, se ha decidido llevar a cabo una redistribución, para lo que se han analizado exhaustivamente los datos de cada zona básica de salud y de cada demarcación asistencial o puesto de médicos y enfermeras, y se han identificado aquellos puestos de trabajo susceptibles de ser trasladados de zonas rurales a otras con mayor presión asistencial, en su mayoría urbanas o periurbanas. El criterio restrictivo para desarrollar este proyecto ha sido el de mantener la intensidad y la periodicidad de las consultas en los centros de salud y en los consultorios locales en los que se prestan.
En este sentido, se han estudiado diversos factores como las tarjetas que hay por cada centro y por cada puesto, los tramos por grupos de edad, la frecuentación en el último año, el número de consultorios en los que se presta asistencia y los tiempos de desplazamiento. Así, en la mayoría de las zonas rurales afectadas por esta reestructuración, el tiempo necesario para consulta y desplazamiento no supera el 35 % de la jornada laboral. Además, se ha considerado un tiempo medio de consulta de 9,3 minutos, y en los consultorios locales se ha asignado al menos una hora de presencia con independencia del número de consultas previsto.
Esfuerzo en el ámbito rural
El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, ha querido recordar que Castilla y León es la Comunidad que destina una mayor proporción de su gasto a la Atención Primaria y que cuenta con mejores ratios, tanto en relación con los médicos (un 31 % mejor que la media nacional de familia) como de enfermeros (un 26 % más favorable). La comunidad cuenta con 3.652 consultorios locales, el 36,03 % de los 10.155 existentes en España.
En total, Castilla y León dispone de 2.375 médicos de familia, a los que hay que sumar los 574 médicos de área, los cuales no están adscritos a un equipo concreto y su jornada laboral se realiza en los centros de salud o consultorios, tanto en las consultas ordinarias como en las guardias, cuando se producen ausencias o exenciones de guardias en los integrantes del equipo; nuestros médicos de área refuerzan especialmente a los equipos rurales.
Hay que destacar que este importante desarrollo de la atención primaria se ha logrado en Castilla y León por el esfuerzo realizado en las zonas rurales, pues mientras el 49,4 % de la población reside en estas áreas, el 67 % de los médicos de atención primaria trabaja en centros y consultorios rurales. Asimismo, el 76,7 % de los puntos de urgencia de atención primaria se encuentran en zonas rurales, y el 63,7 % de las inversiones en este nivel asistencial (349 millones entre 2002 y 2012) se ha realizado en zonas rurales.
Pero hay más datos que corroboran este esfuerzo: mientras en España sólo el 6,5 % de los médicos tienen asignada menos de 500 tarjetas, en Castilla y León son el 33,2 %, es decir, uno de cada tres, y todos ellos en zonas rurales. Además, existen más consultorios locales que municipios: 3.652, de los que 1.407 se ubican en núcleos de población con menos de 50 habitantes y 252 están situados en núcleos con menos de 10 habitantes.
Asimismo, la frecuentación, es decir, el número medio de visitas al médico de familia, es en las zonas rurales de 12,38 veces al año en las zonas rurales, mientras que en las urbanas es de 6,01. El principal factor que explica esta diferencia es la mayor accesibilidad de estas consultas en los consultorios locales y centros de salud rurales y solo parcialmente se debe a que la población está más envejecida en las zonas rurales. De hecho, en comunidades con tasas de envejecimiento similares a la nuestras la frecuentación es sensiblemente inferior a la de Castilla y León.
El consejero ha explicado con los ejemplos de dos zonas básicas de salud (Esguevillas de Esgueva en Valladolid y Cistierna en León) cómo es posible el compromiso de mantener todos los servicios en el mundo rural así como las consultas en todas las localidades y centros de salud en los mismos términos que en la actualidad.
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