La Junta de Castilla y León y el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) estudian las posibilidades de colaboración para trabajar en la conservación y la protección de especies como el oso pardo

1 de junio de 2011

Castilla y León | Delegación Territorial de Palencia

La Junta de Castilla y León a través de la Consejería de Medio Ambiente y la Asociación FAPAS (Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes), han iniciado conversaciones para estudiar posibles colaboraciones que facilitarían al FAPAS plantear proyectos en Castilla y León vinculados a la conservación y recuperación de las especies protegidas, comoel Oso pardo.
De llegar a buen extremo las conversaciones, el FAPAS, se plantearía colaborar mediante los oportunos acuerdos que se suscribirían, en algún proyecto piloto en la provincia de Palencia, iniciándose así un nuevo periodo en las relaciones entre la organización conservacionista y la Administración Regional.

Los objetivos de la posible colaboración, para el caso de la población osera, se enmarcarían en la aplicación del Plan de Recuperación en Palencia, territorio donde se deben mantener todos los esfuerzos posibles para mantener e incrementar la población de esta especie.

El FAPAS ha mantenido contactos con responsables de la gestión medioambiental de la Comunidad de Castilla y León, con el objeto de trasladar las mismasmedidas de conservación del oso pardo que yaha aplicado en otros territorios como es el caso dela zona central de Asturias.

Castilla y León posee territorios de gran valor ecológico y no solamente las zonasvinculadas a las áreas más montañosas, también otras áreas de gran trayectoria oseraaunque posean unamayor actividad humana, territorios donde el oso se puede afianzar y reproducir con toda normalidad dentro del proceso de desarrollo agrario tradicional, puesto que la presencia de esta especie en territorios que poseen actividad antrópica no implica ninguna necesidad de especiales medidas restrictivas de los usos tradicionales.

La Montaña Palentina desde hace al menos dos décadas viene constituyendo el principal núcleo reproductor de esta población. En el año 2009 se localizaron en Palencia dos nuevos grupos familiares. En 2010 la población osera oriental ha superado el serio bache de natalidad que sufrió en los años noventa. Entre los años 2000 y 2009 se han podido contabilizar 37 crías, mas del doble de las 16 localizadas durante la década anterior. De hecho, los últimos cinco o siete años han sido con diferencia los mejores de todo el período, aunque por su reducido tamaño la población osera oriental sigue siendo una de las más amenazadas de Europa.