Un capitel romano de Riaguas de San Bartolomé, elegido como la ‘pieza del mes’ de octubre del Museo de Segovia

7 de octubre de 2014

Castilla y León | Delegación Territorial de Segovia

La ‘pieza del mes’ es una actividad que el Museo realiza durante todo el año con el fin de acercar al público los fondos que forman la exposición permanente, ofreciendo al visitante una explicación monográfica de piezas representativas de un periodo o manifestación artística que se seleccionan y renuevan cada mes.

Durante este mes de octubre, el Museo de Segovia ha seleccionado un capitel romano de Riaguas de San Bartolomé, datado en la época del Alto Imperio Romano, en torno a la época flavia, entre los años 69 a 100 d. C. Se trata de una pieza tallada en piedra caliza, con unas medidas de 58 centímetros (ábaco, parte superior), 48,5 centímetro de altura y 35 de diámetro (base).

Localizada en la Sala B del Museo, titulada ‘De los primeros pobladores al mundo altomedieval’, esta pieza procede probablemente, a raíz de un hallazgo casual, del asentamiento rural romano de Briongos, en Riaguas de San Bartolomé. El capitel fue donado en los años 1940 por Clemente Holgueras al Museo de Segovia, tras ser entregado a Antonio Molinero, Comisario Provincial de Excavaciones Arqueológicas de la Provincia de Segovia.

La pieza, que contará con visita comentada los sábados de 13.00 a 13.30 horas, está compuesta por dos partes: el kálathos (cálato o tambor del capitel) y el ábaco (parte superior) y presenta todos los elementos vegetales completos. En el kálathos, aparecen dos coronas de hojas de acanto de altura similar. La articulación de las hojas es idéntica en ambas coronas y consiste en cinco lóbulos de esta planta, de tipo naturalista. La superficie de la hoja está recorrida por una profunda nervadura central que se bifurca hacia la base.

En el eje central del capitel, apoyado sobre la hoja central de acanto, se dispone el cáliz central compuesto por dos lóbulos de esta planta contrapuestos. De este cáliz nace un tallo delgado que sostiene la flor del ábaco. Las volutas y las hélices espiraliformes con estrechas y sin ningún motivo ornamental.

La parte del ábaco es de lados cóncavos y está moldurado en óvolo (adorno en forma de huevo) y caveto (perfil en forma de cuarto de círculo). El centro de sus caras y el borde del kálathos se decora con una flor, en este caso bastante deteriorada que solo permite suponer que tendría varios pétalos.

Esta pieza se podría incluir dentro del mismo estilo que los capiteles procedentes de Duratón, con los que comparte características generales aunque también existe alguna diferencia, especialmente en la realización de sus elementos, que adolecen quizá de una ejecución más rígida, menos naturalista. Su tallado es bastante cuidado, dentro unos cánones provinciales, sin embargo se puede apreciar un fuerte componente local, como las piezas de Duratón, que permite establecer una vinculación estilística con varias piezas procedentes del convento cluniense con las que comparte alguna de sus características.

Cronología del Alto Imperio Romano

La valoración estilística y formal, el sistema de proporciones utilizado en su tallado y su comparación tipológica con otros capiteles de similares características permiten situar a este capitel entre la época flavia y los momentos finales del siglo I d. C.

En el lugar de procedencia, el asentamiento romano de Briongos, también llamado Pozo de la Ermita, todavía emergen restos de un muro en opus caementicium (hormigón romano), de estructuras de un enclave rural de cerca de 13 hectáreas situada en el territorium (ámbito de influencia de una comunidad política) de la ciudad romana de Confloenta (Duratón), cuya ocupación más conocida es en la etapa tardorromana.

No obstante, el capitel pertenece a la fase precedente, alto imperial, y procede de un asentamiento rural confloentiense muy desconocido, razón por la que es difícil determinar en qué tipo de edificación estaba colocado.