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La vicepresidenta de la Junta muestra en Bruselas el apoyo de Castilla y León a la nueva normativa del vino que aboga por la innovación y la creación de sinergias entre distintos fondos europeos

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Isabel Blanco ha intervenido en el pleno del Comité de las Regiones de la Unión Europea, donde ha propuesto llevar a todos los países socios las políticas de la Junta de apoyo al relevo generacional y ha defendido la necesidad de desarrollar el futuro reglamento de la Comisión de manera consensuada con regiones y entes locales.

2 de julio de 2025

Castilla y León | Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades

La vicepresidenta de la Junta, Isabel Blanco, ha mostrado el apoyo de Castilla y León al futuro reglamento de la Comisión Europea sobre el sector del vino, ya que las medidas que incluye interesan a un sector estratégico en la Comunidad. La número dos del Ejecutivo autonómico ha intervenido en la última sesión plenaria del Comité de las Regiones de la Unión Europea, que ha elaborado un dictamen favorable a esta nueva normativa, donde ha pedido que las regiones y los entes locales interesados intervengan en su desarrollo.

Para un territorio en el que este sector productivo factura 1.000 millones de euros al año, representa el 3,1 % del PIB regional y genera el 3,8 % del empleo –33.000 trabajadores, 19.000 con puesto directo–, la futura norma es necesaria y útil, ha explicado la vicepresidenta, ya que, además, la mayoría de los empleos que genera son en el medio rural, por lo que favorece el arraigo y se evita la deslocalización.

Precisamente y en esta misma línea, una de las medidas que ha defendido Isabel Blanco es el turismo vitivinícola como fuente de desarrollo rural. Pero también ha abogado por la apuesta de comercializar productos innovadores –como los de baja graduación–, siempre que se garantice tanto la trazabilidad como la sostenibilidad.

En una comunidad autónoma como Castilla y León, que cuenta con 16 denominaciones de origen –el 90 % de las 84.000 hectáreas de viñedo operan bajo una marca de calidad–, la vicepresidenta ha abogado por la futura armonización de las etiquetas para simplificar el comercio entre los estados miembros, así como por la introducción de un código QR también armonizado, con el objetivo tanto de reducir costes como de mejorar la información a los consumidores.

El territorio castellano y leonés cuenta con unos 45.000 viticultores activos, profesionalizados y especializados, que producen aproximadamente 300 millones de kilos de uva al año. Por ello, la también consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades se ha posicionado a favor de la medida que implica el refuerzo de las sinergias entre la Política Agraria Común y la Política de Cohesión para invertir en infraestructuras sostenibles –verdes y azules–, así como de la posibilidad de utilizar remanentes presupuestarios del sector para actuar preventivamente ante las crisis.

Isabel Blanco también ha apoyado las medidas destinadas a prevenir la producción de excedentes, como realizar la cosecha en verde o el arranque voluntario, así como la flexibilización de las autorizaciones de plantación, para, de este modo, estabilizar el mercado y proteger a los productores. En Castilla y León, esos decenas de miles de viticultores sirven a 750 bodegas, que producen 2,2 millones de hectolitros al año, es decir, un 5,5 % de la producción nacional.

Además, la vicepresidenta ha insistido en que el sector del vino genera riqueza y empleo, fija población los pueblos y es, por tanto, elemental ante el reto demográfico y la despoblación a la que se enfrenta el medio rural de Castilla y León. Por ello, además de apoyar las medidas de la Comisión Europea, ha propuesto llevar a toda la Unión Europea las políticas de la Junta de fomento y apoyo al relevo generacional y a la profesionalización del viñedo. De este modo, se asegurará el futuro de un sector tan apegado al territorio. Por último, ha señalado la necesidad de que todas estas actuaciones se diseñen, desarrollen y apliquen de manera consensuada con las regiones y los entes interesados a nivel local.

Fuerte y permanente apoyo de la Junta al sector

Uno de cada cuatro vinos de calidad que se comercializan en España es castellano y leonés. Es decir, es la Comunidad con mayor cuota de mercado de vinos de calidad. Y, a nivel internacional, las exportaciones no han hecho más que crecer en los últimos cinco años –un 28,43 % de crecimiento acumulado–. Aumentan las exportaciones en países como Japón o Corea del Sur, pero también entre los clientes tradicionales, como Suiza, Estados Unidos, Alemania y Países Bajos, quienes adquieren el 50 % del total. Además, alrededor del 8 % de las ventas internacionales ligadas al sector agroalimentario corresponden a los vinos de calidad.

A mantener y mejorar estas cifras contribuye la Junta de Castilla y León a través de una serie de políticas de impulso del sector. A través del Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola (Pasve) se otorgaron, en 2023, ayudas por 5,7 millones de euros para la reestructuración y reconversión del campo productivo vitivinícola, pero también de 7,6 millones para invertir en bodegas y de 7,7 millones de euros para la promoción del vino en terceros países.

Unas ayudas que se incrementaron de forma relevante el pasado año a través de la puesta en marcha de la ‘Intervención Sectorial Vitivinícola 2024-2027’, con 35,2 millones de euros para inversiones y 15,5 millones para promoción.  

A esto hay que sumarle los apoyos al relevo generacional, el fomento de la investigación agraria para buscar variedades de uva resistentes a enfermedades y dotar al sector de mayor sostenibilidad o el uso de nuevas tecnologías extractivas, así como la aplicación de una fiscalidad favorable para el medio rural.